El día que me quieras
endulzará sus cuerdas el pájaro cantor,
endulzará sus cuerdas el pájaro cantor,
florecerá la vida, no existirá el dolor.
(El día que me quieras, Carlos Gardel)
Esa capacidad sencilla que tienes
de revolucionar todo
como horas sin minutos
y de atardeceres sin preguntas.
Apareces y lo transformas todo,
despacio y a tu modo
(pero lo transformas)
y yo sentando mirándote
para asegurarme que lo haces bien.
Nos damos el sustento
y te sostengo en ser-amor,
fuera de ese mundo tranquilo
que le gustan a los amantes,
con tu pretérita presencia
ensuciada con el barro de la historia
que se hizo para
declarar el hoy de tu ausencia.
Lo revolucionas todo amor
porque te enredas en mi mundo
que como sabes,
no es ningún lugar tranquilo.
Recuerdo que solías enviarme links cuando creabas notas de facebook. Me acuerdo también que a causa de esos escritos constantes, te propuse -sin éxito- que tuvieras un blog personal. Se me viene también a la memoria la primera vez que leí esto, lo más existencialista que has escrito (en tus palabras), y lo mucho que llamó mi atención... de buen modo, claro. Sin embargo, ahora que vuelvo a verlo, me gusta más. Y es que me parece que estando en un lugar más intimo, bonito, personal y hasta acogedor, como blogspot, todo toma colores diferentes; unos más agradables, por cierto.
ResponderEliminarCariños, Manzana de la vida.
Bienvenido al mundo blog!