miércoles, 2 de febrero de 2011

incipiente -fenomenologicamente hablando-


                                                                  El día que me quieras 
                                                          endulzará sus cuerdas el pájaro cantor, 
                                                                 florecerá la vida, no existirá el dolor.

                                                                   (El día que me quieras, Carlos Gardel)




Esa capacidad sencilla que tienes

de revolucionar todo

como  horas sin minutos

y de atardeceres sin preguntas.

Apareces y lo transformas todo,

despacio y a tu modo

                     (pero lo transformas)

y yo sentando mirándote

para asegurarme que lo haces bien.

Nos damos el sustento

y te sostengo en ser-amor,

fuera de ese mundo tranquilo

que le gustan a los amantes,

con tu pretérita presencia

ensuciada con el barro de la historia

que se hizo para

declarar el hoy de tu ausencia.

Lo revolucionas todo amor

porque te enredas en mi mundo

que como sabes,

no es ningún lugar tranquilo.

1 comentario:

  1. Recuerdo que solías enviarme links cuando creabas notas de facebook. Me acuerdo también que a causa de esos escritos constantes, te propuse -sin éxito- que tuvieras un blog personal. Se me viene también a la memoria la primera vez que leí esto, lo más existencialista que has escrito (en tus palabras), y lo mucho que llamó mi atención... de buen modo, claro. Sin embargo, ahora que vuelvo a verlo, me gusta más. Y es que me parece que estando en un lugar más intimo, bonito, personal y hasta acogedor, como blogspot, todo toma colores diferentes; unos más agradables, por cierto.

    Cariños, Manzana de la vida.
    Bienvenido al mundo blog!

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