jueves, 3 de febrero de 2011

Cuales-quiera.

                                        Yo no quiero domingos por la tarde;
                                        yo no quiero columpio en el jardin;
                                        lo que yo quiero, corazón cobarde,
                                        es que mueras por mí.
                 
                                                                   (Contigo, Joaquin Sabina)


Te imagino reinventandote,
reinventandome,
aunque sea en pequeños
canjes para decir
en el fondo que
son otros los olvidados.
Te imagino
imaginandome
como cualquiera,
construyendo ahora
las nostalgias para
mañana,
tratando de hacerme
cualquiera,
sin detalles y pormenores.
Pero ya sabemos
lo molesto que es ser
cualquiera,
porque no existe el
tu cualquiera o
el yo cualquiera,
y en ese cualquiera, 
cualquiera desaparece
para el otro.
Ese tu o ese yo
de miradas corredizas
de apenas algunos
días atrás,
esa falta de cuerpo
para la huida,
ese tu allá
y mi yo acá
se repite para siempre.
Te encuentro
mil veces en esta verdad
pero como te extraño.

1 comentario:

  1. Y morirme contigo si te matas
    y matarme contigo si te mueres...

    qué querís que te diga po, eres uno de los cualquiera más especiales que conozco (o no tanto)

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